El rappel es una maniobra básica que todo rescatista debe conocer y manejar a la perfección con total seguridad. Esta maniobra, nos permite acceder a un lugar o victima en decenas de situaciones no solo agrestes, sinó también urbanas.
En este articulo, intentamos abordar algunos aspectos básicos y necesarios para evitar accidentes y realizar los descensos en rappel con la mayor seguridad posible.
El Rappel
Se denomina rappel a la maniobra de descenso por una cuerda, con la ayuda de algún dispositivo o sistema de frenado. El objetivo del rappel es poder descender cuando no es posible descender o destrepar por nuestro propio medio o cuando siendo posible es potencialmente peligroso. Es mejor un rappel seguro que destrepar en todos los casos; pero es mejor destrepar en forma cuidadosa que un rappel practicado en forma precaria.
El rappel es una maniobra sencilla de realizar y de aprender, pero de naturaleza extremadamente peligrosa. Según IKAR/CISA, el 80% de las muertes producidas en montaña por parte de alpinistas, se sucede durante las maniobras de descenso, como el rappel. Hay que tener en cuenta, que luego de una ardua jornada de escalada o rescate, el operador se encuentra por lo general cansado, poco hidratado y muchas veces las condiciones climáticas y lumínicas, son algunos de los factores de riesgo a tomar en cuenta cuando realizamos un rappel. Desgraciadamente no estamos hablando de principiantes, sinó son muchos alpinistas y rescatistas experimentados (algunos de renombre) los que han dejado su vida durante esta maniobra.
El Rappel
Se denomina rappel a la maniobra de descenso por una cuerda, con la ayuda de algún dispositivo o sistema de frenado. El objetivo del rappel es poder descender cuando no es posible descender o destrepar por nuestro propio medio o cuando siendo posible es potencialmente peligroso. Es mejor un rappel seguro que destrepar en todos los casos; pero es mejor destrepar en forma cuidadosa que un rappel practicado en forma precaria.
El rappel es una maniobra sencilla de realizar y de aprender, pero de naturaleza extremadamente peligrosa. Según IKAR/CISA, el 80% de las muertes producidas en montaña por parte de alpinistas, se sucede durante las maniobras de descenso, como el rappel. Hay que tener en cuenta, que luego de una ardua jornada de escalada o rescate, el operador se encuentra por lo general cansado, poco hidratado y muchas veces las condiciones climáticas y lumínicas, son algunos de los factores de riesgo a tomar en cuenta cuando realizamos un rappel. Desgraciadamente no estamos hablando de principiantes, sinó son muchos alpinistas y rescatistas experimentados (algunos de renombre) los que han dejado su vida durante esta maniobra.
A diferencia de la escalada, en la que la cuerda sólo es un elemento de seguridad en caso de caída, en el rappel la cuerda se convierte en el elemento que nos sujeta a la vida. Debido a esto, cualquier fallo en la cuerda u otro elemento del rappel, tendrá como resultado un accidente con consecuencias muy graves.
El error en el Rappel.
Como en cualquier sistema, si queremos una buena seguridad, debemos evitar cualquier tipo de falla. Un elemento o parte del sistema que falle, generará un error fatal en todo el sistema de rappel.
La única forma de evitar estos errores, es mediante la redundancia y en el caso de elementos que no se puedan duplicar, estos deben estar lo suficientemente sobredimensionados y ser ¨a prueba de bombas¨; es decir, a prueba de cualquier falla.
Gran parte de la peligrosidad del rappel existe debido a que hay varios posibles puntos de falla en todo el sistema, los cuales se suceden principalmente en:
• Anclaje.
• Sistema descenso + mano de frenado.
• Arnés.
• Cuerda.
Cómo reducir fallas en el sistema de rappel?
1- Anclaje
Los puntos de anclaje deben duplicarse, triplicarse o usar uno suficientemente robusto (Ej.: un árbol, una columna, etc.) como una cadena de reunión.
Si se utilizan chapas que no poseen argollas; unos maillones protegerán la cuerda de los bordes filosos de la chapa. Si los seguros que se van a utilizar están muy separados entre sí (o no se tiene o quiere abandonar los maillones), se pueden utilizar cintas tubulares o cordínes, los cuales aplicando la redundancia, deben colocarse como mínimo 2, cintas o cordínes de 7 u 8mm. o bien uno solo de 6mm. de Kevlar; pero cuidado en este punto ya que se puede estar cometiendo un error si este único cordín no se encuentra en buenas condiciones y así, adicionando una falla a nuestro sistema. Siempre es bueno aplicar la redundancia.
2- Sistema de descenso + mano de frenado
En el sistema de descenso + mano de frenado, puede fallar precisamente nuestra mano, bien por negligencia o bien por un golpe que nos deje inconscientes o alguna otra circunstancia, tal como una cuerda mojada o parcialmente congelada, la cual nos puede hacer resbalar nuestra mano de la misma.
Para evitar este punto, se debe utilizar un sistema de autoseguro mediante sistema mecánico como el Shunt, de Petzl o mediante un nudo prusik, machard o similar (AQUI). Para realizar el machard, necesitaremos un cordín de 1,5 metros y 6 ó 7 mm (la UIAA recomienda 7 mm).
Para rapeles muy largos, hay descensores específicos usados sobre todo en espeleología y rescate, en los que para descender se presiona una palanca para liberar el sistema y descender. Estos aparatos llamados ¨autoblocantes¨ tales como el Stop, poseen en caso de que soltemos la palanca, la posibilidad de autobloquearse, por lo que si usamos un aparato de este tipo no sería necesario el autoseguro.
Se puede rapelear prácticamente con cualquier dispositivo diseñado para asegurar (AQUI), e incluso se puede hacer un freno sólo con mosquetones (AQUI). En casos de emergencia y con un alto grado de pericia, se puede rapelear con el nudo dinámico. La realidad es que hay que conocer bien el uso de cada aparato y familiarizarse con él antes de usarlo.
Cada aparato descensor está diseñado para trabajar con un diámetro determinado de cuerda. Con una cuerda demasiado fina, frenará poco (o nada) y más gruesa frenará demasiado o incluso se puede bloquear. Esto sucede a menudo también con la utilización de figuras ¨ocho¨ de rescate, los cuales poseen un ¨gran axe¨ de mayor tamaño que un ocho convencional de alpinismo, haciendo que inclusive una cuerda de gran diámetro tenga mucho menos fricción en el sistema.
3- Arnés
En algunos casos, se han producido muertes por romperse el anillo ventral de rappel del arnés. Este anillo a pesar de ser (cuando está nuevo) uno de los puntos más resistentes, también está sometido a muchos desgastes. Para eliminar este punto único de falla, el descensor y el sistema de autoseguro deben conectarse en partes diferentes del arnés. Pero no se puede conectar el autoseguro a cualquier parte, sinó a la zona ventral del arnés únicamente (AQUI).
Para obtener una máxima seguridad, el descensor y el autoseguro se deben conectar uno directamente al arnés, en el mismo lugar que usamos para encordarnos, mediante un nudo de alondra y el otro al anillo. La posición de uno u otro dependerá de gustos personales y de si usamos un sistema de autoseguro por encima del descensor o por debajo. Todo esto dependiendo del modelo de arnés y las especificaciones del fabricante.
4- Cuerda
Evidentemente, podríamos eliminar el punto único de falla si usamos dos cuerdas, o si anudamos la cuerda en el anclaje, pero en este caso no podríamos recuperarla desde abajo. Debido a esto, lo único que podemos hacer es usar cuerdas en buen estado y procurar que no rocen con cantos, bordes o filos en la estructura a rapelear. En caso de existir zonas de roce que no podamos evitar, deberemos proteger la cuerda en esas zonas con protectores específicos, mantas o prendas de vestir.
Con respecto al tipo de cuerda, un simple cordín de 7mm. tiene la suficiente resistencia (cuando está nuevo) para aguantar nuestro peso, pero un roce con una roca o un poco de desgaste puede ser suficiente para que este falle. Es por ello que este tipo de rappel es solo recomendado en sistemas de escape o en casos de emergencia.
En el sistema de descenso + mano de frenado, puede fallar precisamente nuestra mano, bien por negligencia o bien por un golpe que nos deje inconscientes o alguna otra circunstancia, tal como una cuerda mojada o parcialmente congelada, la cual nos puede hacer resbalar nuestra mano de la misma.
Para evitar este punto, se debe utilizar un sistema de autoseguro mediante sistema mecánico como el Shunt, de Petzl o mediante un nudo prusik, machard o similar (AQUI). Para realizar el machard, necesitaremos un cordín de 1,5 metros y 6 ó 7 mm (la UIAA recomienda 7 mm).
Para rapeles muy largos, hay descensores específicos usados sobre todo en espeleología y rescate, en los que para descender se presiona una palanca para liberar el sistema y descender. Estos aparatos llamados ¨autoblocantes¨ tales como el Stop, poseen en caso de que soltemos la palanca, la posibilidad de autobloquearse, por lo que si usamos un aparato de este tipo no sería necesario el autoseguro.
Se puede rapelear prácticamente con cualquier dispositivo diseñado para asegurar (AQUI), e incluso se puede hacer un freno sólo con mosquetones (AQUI). En casos de emergencia y con un alto grado de pericia, se puede rapelear con el nudo dinámico. La realidad es que hay que conocer bien el uso de cada aparato y familiarizarse con él antes de usarlo.
Cada aparato descensor está diseñado para trabajar con un diámetro determinado de cuerda. Con una cuerda demasiado fina, frenará poco (o nada) y más gruesa frenará demasiado o incluso se puede bloquear. Esto sucede a menudo también con la utilización de figuras ¨ocho¨ de rescate, los cuales poseen un ¨gran axe¨ de mayor tamaño que un ocho convencional de alpinismo, haciendo que inclusive una cuerda de gran diámetro tenga mucho menos fricción en el sistema.
3- Arnés
En algunos casos, se han producido muertes por romperse el anillo ventral de rappel del arnés. Este anillo a pesar de ser (cuando está nuevo) uno de los puntos más resistentes, también está sometido a muchos desgastes. Para eliminar este punto único de falla, el descensor y el sistema de autoseguro deben conectarse en partes diferentes del arnés. Pero no se puede conectar el autoseguro a cualquier parte, sinó a la zona ventral del arnés únicamente (AQUI).
Para obtener una máxima seguridad, el descensor y el autoseguro se deben conectar uno directamente al arnés, en el mismo lugar que usamos para encordarnos, mediante un nudo de alondra y el otro al anillo. La posición de uno u otro dependerá de gustos personales y de si usamos un sistema de autoseguro por encima del descensor o por debajo. Todo esto dependiendo del modelo de arnés y las especificaciones del fabricante.
4- Cuerda
Evidentemente, podríamos eliminar el punto único de falla si usamos dos cuerdas, o si anudamos la cuerda en el anclaje, pero en este caso no podríamos recuperarla desde abajo. Debido a esto, lo único que podemos hacer es usar cuerdas en buen estado y procurar que no rocen con cantos, bordes o filos en la estructura a rapelear. En caso de existir zonas de roce que no podamos evitar, deberemos proteger la cuerda en esas zonas con protectores específicos, mantas o prendas de vestir.
Con respecto al tipo de cuerda, un simple cordín de 7mm. tiene la suficiente resistencia (cuando está nuevo) para aguantar nuestro peso, pero un roce con una roca o un poco de desgaste puede ser suficiente para que este falle. Es por ello que este tipo de rappel es solo recomendado en sistemas de escape o en casos de emergencia.
Lo mínimo que se debe usar es una cuerda gemela. Las cuerdas gemelas suelen tener diámetros de entre 7,7 y 8,1 mm.; sinó de forma simple, típicamente una cuerda dinámica o estática de 8.8mm. en adelante esta mas que indicado. Desde ya, cuerdas normadas por la UIAA como todo el resto del material mencionado en otros puntos.
Es cierto que hay cordínes de Kevlar o dyneema de diámetros mucho menores, que si bien proporcionan la suficiente resistencia, son demasiado finos para usar con los aparatos descensores habituales y requieren mucha experiencia en su uso. Estos, deben ser solo utilizados por expertos o personal que posee descensores específicos para estos diámetros.
Es importante revisar la cuerda periódicamente en busca de fallas, cortes, roces, etc. y en caso de producirse alguna duda, descartarla automáticamente o proceder a cortar el tramo dañando.
Vistos los puntos posibles puntos de falla y como reducir su riesgo, hay otros factores que nos pueden poner en peligro. Para evitar estos otros factores de riesgo debemos tomar otras precauciones tales como:
No vale de nada duplicar elementos de seguridad si estos no están bien sujetos. Por ende, siempre se deben usar mosquetones de seguridad y estar estos siempre con la rosca de cierre bien orientada de forma que no se puedan abrir bajo ninguna circunstancia. De la misma forma, debemos velar para que los mosquetones trabajen siempre en la posición correcta (axial).
El casco nos puede librar de un trauma leve o severo si durante el rappel la cuerda al rozar una roca, produce un desprendimiento o bien un compañero produce este desprendimiento o se le cae un mosquetón u otro elemento. Además nos protegerá en caso de choque contra la pared si sufrimos un resbalón, hacemos un péndulo, o cuando saltamos para sortear alguna pared extraplomada.
Mantenernos siempre bien asegurados a la reunión o punto de anclaje original mientras preparamos el descenso es vital. Para ello puede utilizarse una ¨daisy chain¨ (cadena margarita) o autoseguro por ejemplo.
Llevar un material mínimo de autorescate, nos permitirá volver a subir por la cuerda si nos hemos pasado de la reunión o si las cuerdas no llegan hasta esta o bien no hay un buen sitio para realizar otra reunión. Unos cordínes y algún bloqueador ligero son más que suficientes. El Tibloc de Petzl, es una opción económica y eficaz para esto.
Un cordín de 4 a 7mm. nos permitirá liberar la tensión en el descensor si se este se ha bloqueado, principalmente si usamos un ocho y se ha formado un nudo de alondra en el mismo. Colocando este cordín con un nudo prusik o similar por encima del descensor, podremos utilizarlo como pedal o estribo para pararnos momentáneamente y realizar así la maniobra de desbloqueo.
Si llevamos una mochila pesada, no debemos llevarla a la espalda, pues nos desequilibrará, empujándonos hacia atrás y tendremos que hacer mucha fuerza para mantenernos en posición. En ese caso es conveniente colgarla a nuestro arnés con una cinta o cordín y llevarla por debajo de nuestra ingle.
Asegurarnos de que las cuerdas llegan al suelo o a la siguiente reunión ha sido una gran causa de accidentes. Para evitar el riesgo se debe hacer un buen nudo en el final de cada cuerda. En caso de perder el control o en si tener poca visibilidad para ver si ambas puntas llegaron al suelo, este nudo pararán el descenso en nuestro bloqueador (si es autoblocante) o directamente en nuestra mano de rappel.
También se pueden aprovechar estos nudos para “marcar” el tramo de cuerda del cual se debe tirar para recuperar la cuerda. Por ejemplo, en el tramo de cuerda del que debemos tirar podemos hacer un nudo y en el otro dos.
Si se utilizan 2 cuerdas de diferentes diámetros, una puede deslizar más que la otra y al llegar al final se pueden encontrar que una se acabó antes que la otra. Aquí es crucial anudar el final de las mismas.
Proteger las manos con unos guantes finos que permitan manipular las cuerdas es esencial. No hace falta utilizar guantes técnicos, pero si unos guantes que tengan buena resistencia a la fricción, como los guantes de motocicleta o los de trabajo que se pueden encontrar en algunas tiendas.
Hay que tener cuidado con cualquier cosa que se pueda enredar con el descensor bloqueándolo. Las mangas de una camisa, el cabello (largo x lo general en mujeres), la barba, los cordones de guantes, etc. pueden bloquear el descensor, dejándonos en una situación comprometida y una sola mano para liberarnos de tal caso. Es importante también, llevar la mano de seguridad suficientemente lejos del sistema de descenso para que ninguno de nuestros dedos sea succionado accidentalmente dentro del sistema, con un costo muy doloroso y traumático que puede resultar letal al no poder liberarse del mismo. Si lo que se enreda es una cinta de un casco o de algún material que se lleve al cuello, la situación es especialmente peligrosa. Si usted no puede liberarse, puedes acabar estrangulado.
Las cintas de la mochila, u otro equipo que se acarree, pueden complicar también el descenso.
Que no hacer?
No hay que fiarse de los cordínes y cintas que se encuentran puestos en las reuniones y descuelgues en la montaña. Es imposible conocer su procedencia, cuánto tiempo llevan puestos allí, etc. Una de las cosas que más degradan el nylon y la poliamida de los cordínes es la radiación UV producida por el sol.
De las misma forma, muchos anclajes metálicos viejos que llevan mucho tiempo en la montaña puede ser muy peligrosos y dar una falsa sensación de seguridad.
Nunca hay que rapelear colgándose de una sola chapa aunque sea un parabolt y este tenga buen aspecto general. Este puede estar mal colocado, corroído o haber arrestado una gran caída de factor anteriormente y encontrarse debilitado.
No se debe realizar rappel sin el equipo adecuado. Aunque hay métodos de fortuna para rapelear sin arnés o sin descensor que conviene conocer, sólo se deben usar en casos de emergencia (si se ha entrenado para ello). Aquí el peso no es excusa, ya que existen desde arneses de 200grs. de peso, hasta figuras ¨ocho¨ de tan solo 150grs.
No se debe utilizar material que no cumpla las exigencias mínimas de seguridad exigidos por la UIAA. Los mosquetones deben ser siempre de seguridad y desde ya, todo tipo de elementos como cuerdas, cordínes y mosquetones encontrados en ferreterías y casas de náutica (Ej. AQUI), deben ser descartados para su utilización. Tampoco, se deben fabricar elementos con materiales normados o no normados (AQUI). Las costuras en las cintas, la calidad de las mismas y de los cordínes, los aceros y aluminios empleados para los descensores, poseen innumerables estándares de calidad imposibles de emular o superar por un aficionado.
No realice rapeles dando saltos o tirones que puedan sobrecargar los anclajes o puedan hacerlo perder el control. En las películas cinematográficas pueden verse este tipo de descensos, pero el peligro potencial que posee el rappel veloz o a los saltos, es enorme al realizarlos. No se debe descender muy rápido. La fricción de la cuerda con el descensor provoca mucho calor y el mismo puede traspasar sus guantes o inclusive quemar o deteriorar la funda y el núcleo de la cuerda. En un rappel largo, se debe intenta quitar el descensor de la cuerda lo antes posible para que esta no se dañe. Al mismo tiempo, se debe tener cuidado en no tocar con las manos desnudas al descensor, para evitar quemaduras.
No realice rapeles invertidos, etc. Estos agregan un peligro aun más importante a cualquier maniobra de descenso. Ver AQUÍ.
No se debe realizar rappel sin el equipo adecuado. Aunque hay métodos de fortuna para rapelear sin arnés o sin descensor que conviene conocer, sólo se deben usar en casos de emergencia (si se ha entrenado para ello). Aquí el peso no es excusa, ya que existen desde arneses de 200grs. de peso, hasta figuras ¨ocho¨ de tan solo 150grs.
No se debe utilizar material que no cumpla las exigencias mínimas de seguridad exigidos por la UIAA. Los mosquetones deben ser siempre de seguridad y desde ya, todo tipo de elementos como cuerdas, cordínes y mosquetones encontrados en ferreterías y casas de náutica (Ej. AQUI), deben ser descartados para su utilización. Tampoco, se deben fabricar elementos con materiales normados o no normados (AQUI). Las costuras en las cintas, la calidad de las mismas y de los cordínes, los aceros y aluminios empleados para los descensores, poseen innumerables estándares de calidad imposibles de emular o superar por un aficionado.
No realice rapeles dando saltos o tirones que puedan sobrecargar los anclajes o puedan hacerlo perder el control. En las películas cinematográficas pueden verse este tipo de descensos, pero el peligro potencial que posee el rappel veloz o a los saltos, es enorme al realizarlos. No se debe descender muy rápido. La fricción de la cuerda con el descensor provoca mucho calor y el mismo puede traspasar sus guantes o inclusive quemar o deteriorar la funda y el núcleo de la cuerda. En un rappel largo, se debe intenta quitar el descensor de la cuerda lo antes posible para que esta no se dañe. Al mismo tiempo, se debe tener cuidado en no tocar con las manos desnudas al descensor, para evitar quemaduras.
No realice rapeles invertidos, etc. Estos agregan un peligro aun más importante a cualquier maniobra de descenso. Ver AQUÍ.
Como cualquier otra maniobra, realice el chequeo lineal antes de enfrentarse al vacío.
Si usted desconoce alguna técnica o equipo en especial, no intente aprender por sí solo y busque instrucción calificada en cada caso. Practique en condiciones ideales el rappel, ya que como cualquier maniobra, la repetición de la misma, le dará la pericia necesaria para enfrentar cualquier reto.
Si usted desconoce alguna técnica o equipo en especial, no intente aprender por sí solo y busque instrucción calificada en cada caso. Practique en condiciones ideales el rappel, ya que como cualquier maniobra, la repetición de la misma, le dará la pericia necesaria para enfrentar cualquier reto.
©2010 GOER
3 comentarios:
Muy cierto... y muy profesional informe ya que muchos haciendo un curso básico ya creen que estan preparados para realizar maniobras de rescate... y exponiéndose a los factores de riesgo... quarajhyyara@hotmail.com
Muy bueno
Muy buenos consejos y el informe es muy profesional.
Saludos,
Kate - pruebas fisicas mossos
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