jueves, 11 de febrero de 2010

Técnica: Zonas de aterrizaje temporario para helicópteros

Identificación:

El éxito de una misión donde intervenga un helicóptero, puede ser comprometido si la zona de aterrizaje no está propiamente demarcada.

Apenas el helicóptero toque el suelo, este desatará literalmente un infierno en la tierra. Desde barricadas plásticas utilizadas por la policía para desviar el tráfico ó tiendas estructurales de emergencia; Todo volará por los aires tan solo por el chorro de aire que emana del propulsor de la aeronave. Algunos de estos elementos, terminarán decenas de metros lejos de su lugar de origen; el polvo, la nieve o hasta inclusive partículas de lluvia volaran a decenas de kilómetros por hora, impactando con violencia todo lo que encuentre en su cercanía. Los espectadores de este evento, tomaran sus cascos, gorros y hasta sujetaran sus chaquetas para mantenerlas cerradas. Quizás y afortunadamente, nada de estos elementos voladores golpee a los mismos.

Típico de una zona de aterrizaje? No. Pero algunas veces, muchos adminículos inapropiados son utilizados para ¨guiar¨ al piloto hacia una zona de aterrizaje segura. Muchos pilotos han reportado que una variedad de adminículos han sido empleados para marcar las zonas de aterrizaje: toallas blancas esparcidas por el suelo en forma circular, bengalas utilizadas por agentes de tránsito o bomberos forestales, barras de luz química fluorescente, etc.

Ocasionalmente una emergencia es la que dicta una zona de aterrizaje de condiciones inusuales para el helicóptero. Muchas veces departamentos de bomberos son llamados para asistir al aterrizaje y proveer equipamiento de emergencias en el sitio de aterrizaje y asistir en caso de un accidente en el mismo o en el despegue de la aeronave. Departamentos de policía pueden haber respondido a esta emergencia y estar in-situ para proveer seguridad perimetral o a si mismo, iluminar con sus vehículos la zona de aterrizaje en condiciones nocturnas.

En algunos lugares, existen regulaciones que estipulan que solamente los departamentos de bomberos pueden asistir un aterrizaje o un despegue de un helicoptero. Esto es que ya que muchos temas legales/aeronáuticos pueden intervenir y el personal no estipulado en la escena (Paramédicos, policía, etc.) para el caso, pueden sufrir en caso de un accidente, una demanda por parte de los afectados.

Muchas veces los pilotos han reportado que hay demasiados vehículos en la zona y esto confunde a los mismos sobre la posición exacta de la zona de aterrizaje. Tantas sirenas, linternas, luces de vehículos, etc. iluminando el área, que al piloto se le hace difícil distinguir la zona exacta.

Otro tema, es el de los adminículos utilizados para la identificación de la zona de aterrizaje. En este caso, no deben usarse los siguientes:

1. Antorchas, bengalas, etc. o cualquier elemento que en sí produzca llama o fuego.
2. Conos plásticos de seguridad vial o barricadas plásticas policiales.
3. Cualquier otro elemento que pueda ser succionado por el rotor del helicóptero o bien la turbina del mismo.
4. Sirenas, luces estroboscópicas, etc. en vehículos.
5. Linternas o reflectores que estén apuntando hacia arriba al helicóptero.

Fogatas, bengalas o antorchas posicionadas en el área de aterrizaje, tienden a arrojar chispas o flamas, creando un peligro adicional, no solo para el helicóptero y su tripulación, sino también para el personal en tierra que asiste a la aeronave, también creando un ambiente propicio para producir un incendio en situaciones a campo abierto o forestales. Igualmente en todos los casos, los pilotos han indicado que la intensa luz que emiten estas bengalas, han causado problemas de visualización algunas veces.

Un piloto en el condado de Orange, California; EEUU a reportado un incidente particularmente aterrador cuando intentaba realizar un aterrizaje en un sitio demarcado con bengalas de transito. Después de haber aterrizado, al bajar de la aeronave el mecánico de abordo, se encontró con un asistente en tierra con una bengala clavada en su chaqueta, la cual había sido con violencia arrancada del suelo por la fuerza del propulsor de la aeronave hacia la víctima.

Marcar la zona de aterrizaje con elementos como fuego o bengalas, ha también provocado mucha controversia entre pilotos que transportan oxigeno liquido a bordo, ya que el venteo de la presión del oxigeno, causa que el vapor del mismo escape del tanque y en estos casos, la aeronave es especialmente más vulnerable al fuego y sus peligros.

Objetos sueltos en o cerca de la zona de aterrizaje, pueden ser succionados por el motor o por el rotor, no solamente dañando la aeronave, sino proyectándolos con extrema violencia hacia afuera del círculo de rotación de rotor principal con consecuencias inclusive letales para el personal en tierra. Siempre se debe despejar los mismos de toda la zona de aterrizaje y si fuese necesario, deben atarse, lastrarse o reposicionarse los elementos en tierra que pudieran crear un peligro potencial para la aeronave. Un ejemplo en rescate agreste, es la utilización de estacas de tierra para enganchar las luces químicas al suelo, evitando así este efecto.

Los elementos de visión nocturna utilizados muchas veces por los pilotos de helicópteros, son un tema muy mencionado por los mismos cuando se desea aterrizar con seguridad en horas nocturnas. Es bien conocido que estos sistemas de visión, se ven afectados por el brillo de las luces (linternas, bengalas, etc.). Estudios han demostrado que toma más de una hora en completa oscuridad, para que el ojo humano se adapte completamente en forma efectiva a los sistemas de visión nocturna. Luego de eso, una súbita exposición a una fuente lumínica, puede causar con su extremo brillo en el visor, la eliminación temporal de la visión del operador/piloto de la aeronave, teniendo que esperar otro periodo de tiempo para volver a recuperar totalmente la visión nocturna.

Controlar cualquier fuente de luz que pueda molestar al piloto directamente en el campo visual del mismo, puede preservar la habilidad de que él pueda ó no, distinguir objetos y el terreno en la zona de aterrizaje.

Gracias a la abundancia de luz artificial en nuestra sociedad debido a la urbanización de esta; los pilotos que operan en zonas urbanizadas no pueden utilizar aparatos de visión nocturna; siendo casi nunca un problema para ellos. Igualmente, con o sin visión nocturna, ningún piloto quiere linternas, sirenas o reflectores apuntando hacia el helicóptero. Flashes, sirenas o bengalas particularmente, golpean la retina del ojo del piloto, creando resultados temporarios que pueden cegarlo o incapacitarlo por segundos.

El posicionamiento de vehículos alrededor de la zona de aterrizaje, puede causar problemas también. Un piloto reportó que voló confundido directamente por encima de la zona de aterrizaje sin saber cuáles de las luces indicaban la zona en sí misma. Muchos helicópteros equipados con reflectores de alta intensidad pueden utilizarlos para iluminar el área si es necesario para su aterrizaje. Por lo eneral, la comunicación radial previa con el piloto, revelará sus preferencias de iluminación ideales para la zona de aterrizaje.

Lidiar con cables en el vecindario, cerca de la zona de aterrizaje es solo uno de los problemas con los cuales el piloto debe lidiar; pero en sí uno de los más serios. Los aterrizajes nocturnos son los más dificultosos porque tanto el cableado aéreo como los objetos en tierra, permanecen casi invisibles al ojo del piloto. Los cables son muy difíciles de detectar aun con las mejores condiciones lumínicas posibles. El piloto y su tripulación confía firmemente que el personal en tierra haya efectivamente localizado estos y otros obstáculos durante la preparación de la zona de aterrizaje a través de una exhaustiva inspección visual y la propia alerta radial sobre la localización de estos elementos peligrosos por parte del personal en tierra.

Algunas de las sugerencias para una efectiva demarcación de emergencia para una zona de aterrizaje para helicópteros incluyen:

• Utilice luces de buena intensidad (pero no lo suficientemente brillantes para cegar al piloto), las cuales puedan ser utilizadas también en horas diurnas. Nunca haga fuego.
• Seleccione componentes que no sean afectados por el propulsor de la aeronave o el viento para demarcación del sitio de aterrizaje (Ej.: troncos, rocas, marcas en la tierra, etc.).
• Utilice un sistema que sea fácilmente colocado por una sola persona en tierra.
• Marque la dirección del viento para ayudar al piloto a posicionarse mejor en el aterrizaje. Esto puede hacerse con una marca en la tierra o bien se puede improvisar con una vara larga con una bolsa en su extremo, la cual flameará como una bandera en dirección al viento cuando ésta sea colocada próxima a la zona de aterrizaje a manera de ¨wind sock¨.
• Conozca usted y su personal las señales internacionales básicas para dirigir a un helicóptero y asistir mejor al piloto en sus movimientos de aproximación.
• En horas nocturnas, marque como mínimo con una luz cada una de las esquinas de la zona de aterrizaje para establecer un patrón distintivo sobre el terreno, que se reconozca desde el aire como una zona de aterrizaje. Realice la misma acción con algún elemento de demarcación visual durante horas diurnas.
• Si usted desea iluminar con sus vehículos la zona de aterrizaje, cerciórese de colocar las luces de posición ó bajas, desde una distancia no menor a los 10mts. de la zona de aterrizaje, para dejar espacio operacional de seguridad en caso que el helicóptero deba maniobrar o sufra una emergencia en el aterrizaje o despegue.
• Mantenga todos los componentes de demarcación de emergencia en un solo lugar, listos para ser empleados.

Una breve discusión sobre el uso de luces estroboscópicas para demarcar una zona de aterrizaje puede ser útil. Una preocupación ha nacido de parte de algunos pilotos, sobre la posibilidad de que las luces estroboscópicas de emergencia contribuyan al vértigo de los pilotos. Estudios han revelado que la luz parpadeante que estas emiten, cuando golpea contra las aspas del helicóptero, contribuyen al vértigo de los pilotos al tener una mayor frecuencia de flashes, las cuales son susceptibles para ciertas personas. Estas frecuencias son aproximadamente el doble de la frecuencia especificada establecida para estrobos de uso aeronáutico.

Las luces estroboscópicas producen una de las luces mas penetrantes y distintivas para demarcar una zona, y son útiles siempre y cuando el tamaño de ellas y su intensidad no distraigan al piloto.

NOTA: Debido a innumerables consultas por parte de los lectores del Blog GOER, seguiremos posteando en sucesivas entregas mas información concerniente a operaciones helitransportadas.

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1 comentario:

altura74 dijo...

barbaro goer sobre este imforme me gusto y es importantisimo cualquier persona que trabaje en zonas agrestes o terrenos dificiles gracias de vuelta goer