
Hace casi cuatro años los gobiernos aprobaron el Marco de Acción de Hyogo, que tiene como objetivo reducir la vulnerabilidad colectiva a los desastres naturales. Sin embargo, debemos esforzarnos en mayor medida por traducir los compromisos plasmados sobre el papel en hechos que eviten que el próximo gran desastre se cobre tantas vidas y destruya tantos medios de subsistencia. Ahora más que nunca, cuando intentamos acelerar la labor nacional e internacional para alcanzar los objetivos de desarrollo del Milenio, hemos de tener en cuenta la reducción del riesgo de desastres e incorporarla como un pilar fundamental de esa labor. Las amenazas que plantea el cambio climático, como el incremento de las sequías, las inundaciones y las tormentas, hacen esa necesidad todavía más acuciante, especialmente en las comunidades más pobres y vulnerables del mundo.
La Campaña mundial para la reducción de desastres 2008-2009 se centra en hacer los hospitales seguros frente a los desastres. Cuando se dañan las instalaciones sanitarias, merma también nuestra capacidad de mejorar la salud maternoinfantil y de prestar otros servicios sanitarios esenciales. Sin embargo, en comunidades resistentes a los desastres los sistemas de salud pueden resistir mejor los peligros naturales. Debemos movilizar la sociedad a todos los niveles a fin de reducir los riesgos y proteger las instalaciones sanitarias para que puedan salvar vidas.
Insto a todos los asociados (los gobiernos, la sociedad civil, las instituciones financieras internacionales y el sector privado) a que intensifiquen la aplicación del Marco de Hyogo. La reducción del riesgo de desastres nos incumbe a todos. Sólo si invertimos en medidas tangibles de reducción de riesgos, podemos disminuir la vulnerabilidad y proteger el desarrollo. En este Día Internacional, renovemos nuestra entrega a esa tarea fundamental.
Mensaje sobre el Día Internacional para la Reducción de Desastres emitido por el Sr. El Ban Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas
Fuente: ONU
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