Dentro de los equipos utilizados en misiones de rescate, particularmente en la montaña; nos encontramos con camperas, chalecos y bolsas de dormir los cuales son materiales necesarios para enfrentar cualquier misión en condiciones climáticas adversas e invernales.
Es importante entender este último concepto, ya que a la hora de comprar uno de estos elementos de indumentaria, debemos saber el nivel de fill power que contiene el relleno, ya que es este el que nos va a dar una relación de poder calórico y no el peso y la cantidad de pluma utilizada en la indumentaria. Como ejemplo; si compramos una bolsa de dormir de 1kg. de pluma de 650FP (fill power) y la comparamos con una bolsa de tan solo 800grs. de pluma, pero de 850FP, la segunda no solo pesará menos que la primera, sino que también retendrá más calor. Es por eso que la cantidad de pluma y su peso dentro de una prenda es relativa y directamente ligada a la calidad de la misma.
Si bien hoy en día los materiales sintéticos como el ¨polar¨ o ¨pile¨ son versátiles y muy utilizados por los operadores de rescate en todo el mundo, estos no poseen el suficiente poder aislante en condiciones de reposo, cuando estamos inactivos, o bien en situaciones climáticas muy adversas. Es aquí donde el poder aislante de este tipo de accesorios mencionados entra en acción. El tipo de relleno con los que estos están confeccionados son los que confieren la propiedad de retener el calor dentro de la prenda y darnos la posibilidad de permanecer confortables y seguros durante una misión sin restringir el movimiento corporal, llevando así una prenda liviana, compactable y versátil.
Existen dos grandes grupos de aislantes para vestimenta. El primero es la pluma y el segundo los materiales aislantes sintéticos.
El primero, también mal llamado ¨Duvet¨, es uno de los más utilizados debido a su poder único e inigualable de retener calor en forma pareja y sostenida, además de su poco peso y compactabilidad. Aun con toda la tecnología existente hoy en día y habiendo innumerables productos sintéticos en el mercado; la pluma no ha podido ser superada aun por la tecnología textil. Claro que este producto también tiene sus contras. Quizás, uno de los principales es su alto costo, ya que cuando hablamos de pluma no hablamos de cualquiera proveniente del mundo animal, sino que hablamos en su mayoría de la proveniente de aves como el pato y en especial, algunas especies de ganso ártico; los cuales poseen un plumón en la zona pectoral, el cual es utilizado para este tipo de aislantes. Este plumón es muy delicado y costoso y generalmente es adquirido por las empresas productoras de indumentaria directamente de criaderos especializados en el tema.
La pluma posee una medida internacional de calidad llamada en ingles ¨Fill Power¨ o poder de llenado. Esta consiste en tomar una medida específica de pluma (1oz.) dentro de una probeta, observando así el poder de llenado de la misma, la cual da la medida de FP. Luego, sometiendo a ésta a un peso específico dentro de la probeta, el aire atrapado en la pluma, permite observar el nivel de ¨Loft¨ o levantamiento de la misma, el cual dá el preciso nivel de retención del aire por parte de la pluma. A mayor nivel de fill power, mayor calidad de la pluma, mayor nivel de loft y menor peso de la misma.
Es importante entender este último concepto, ya que a la hora de comprar uno de estos elementos de indumentaria, debemos saber el nivel de fill power que contiene el relleno, ya que es este el que nos va a dar una relación de poder calórico y no el peso y la cantidad de pluma utilizada en la indumentaria. Como ejemplo; si compramos una bolsa de dormir de 1kg. de pluma de 650FP (fill power) y la comparamos con una bolsa de tan solo 800grs. de pluma, pero de 850FP, la segunda no solo pesará menos que la primera, sino que también retendrá más calor. Es por eso que la cantidad de pluma y su peso dentro de una prenda es relativa y directamente ligada a la calidad de la misma.
En el mundo, solo pocos fabricantes pueden certificar la calidad de la pluma. De las empresas del mercado mundial, Marmot, Rab, Mountain Hardwear y Outdoor Research son algunas de las empresas líderes que trabajan con plumas de alto nivel de fill power. Sin embargo la empresa Marmot, es la única a nivel mundial que certifica y posee el máximo nivel de fill power del mercado, realizando sacos de dormir con pluma de hasta 850FP. Como dato en general, una pluma de calidad posee como mínimo 600FP.
El problema de la pluma, es que ésta cuando está húmeda o se moja, pierde el 100% de sus propiedades calóricas. Esto, le ha costado la vida a muchísimos alpinistas y expedicionarios en situaciones donde o bien la bolsa se mojó durante un vivac o bien cuando ésta estuvo mal almacenada dentro de la mochila. La solución a este problema es guardar siempre la bolsa de dormir dentro de una bolsa estanca durante su transporte (También lo recomendamos con las bolsas sintéticas) y en casos de vivac, utilizar siempre una buena bolsa de vivac (generalmente muy costosa). Otros inconvenientes pueden ser el caso de las personas alérgicas que no toleran la pluma y también no es un problema menor, el hecho de que la misma a la hora de ser limpiada, requiere un tipo de limpieza especial.
Existen sacos de dormir que poseen membranas de Gore-Tex como el Gore DryLoft, pero además de ser muy costosos por este tipo de telas/procesos, la tela no es tan permeable como el Nylon tafeta normalmente utilizado en los sacos de dormir comunes, con lo cual, el nivel de Loft y penetración del aire no es tan fácilmente transferido al interior de la misma y la pluma pierde loft con la consecuencia de menor retención calórica. Hoy en día, casi todas las bolsas sean estas de pluma o sintéticas, poseen en sus telas exteriores un proceso DWR que le confiere cierta resistencia al agua, sin comprometer la permeabilidad del aire a la bolsa y dando una relativa protección contra el rocío y nieve en algunos casos.
Otro problema de la pluma, es su vida útil y almacenaje. Esta debe ser siempre almacenada por largos períodos en forma expandida, es decir no almacenar la prenda compactada por largos periodos ya que la misma al ser compactada y desplegada, se va quebrando y degradando con el paso del tiempo, perdiendo así su capacidad de loft. Esto también ocurre con las fibras sintéticas pero en un grado mucho menor gracias a las nuevas tecnologías.
En el segundo grupo, se encuentran los materiales sintéticos los cuales son mucho más duraderos, un poco más económicos y poseen la capacidad de aún estando húmedos retener el calor. En el caso de estos accidentalmente mojarse; se pueden secar mucho más rápido y no como la pluma, que puede demorar días en secarse; algo muy útil al operar en ambientes húmedos.
Claro que la contra de estos, es su volumen a la hora de compactarlos para su transporte y además su peso; ya que se debe tener más material aislante para poder igualar en mismo nivel de asilamiento a una prenda confeccionada con pluma. Es decir, una saco de dormir de 1Kg. de pluma de 850FP en contraparte con un saco de dormir sintético, podría llegar a pesar entre 1.8Kg a 2.50Kg. y además ser mucho más voluminoso que la pluma y poco compactable.
Lo bueno de los abrigos sintéticos es también la diversidad de calidades y precios que existen en el mercado. Podemos nombrar como los principales rellenos del mercado y más importantes al Polarguard HV, Primaloft, Hollofil y Thinsulate entre otros. Otro buen dato, es que estas fibras son completamente hipoalérgicas y se pueden lavar comúnmente en el lavarropas.
En resumen concluimos que depende la misión, el ambiente y el presupuesto, serán sin dudas los condicionantes para nuestra elección.
©2009 GOER
5 comentarios:
Excelente articulo! Muy claro y didactico. Felicitaciones por el Blog.
Carlos Ameguino, Neuquen
Muy bueno! Gracias
Gracias, me documento bastante en el ámbito de las bolsas de dormir, y los aislantes térmicos de las mismas.
muchas gracias por la info! muy claro!
Muy buen articulo sobre vestuario y equipó, saludos.
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